El pasado 2 de julio decidí cerrar esta editorial.
Con 8.135 € en la cuenta del banco, más de 15.000 ejemplares en el almacén y una red de librerías que no hace pedidos, la idea de continuar con el proyecto era absurda.
Ese día te escribí un email diciendo que necesitaba responder a algunas preguntas antes de tomar una decisión.
Pero te mentí.
La decisión estaba tomada: había que cerrar.
Me fui al pueblo, necesitaba tranquilidad para acompañar a mi perra. Terminaba una etapa de convivencia que había durado más de 13 años.
La cosa no se acababa ahí, ya no podía pagar la nómina de Laura así que debía despedirla. Como sabes, Laura ha sido mi constante apoyo en esta aventura tan compleja y emocionante. Es casi imposible concebir este sello editorial sin ella.
Fueron unos meses de reflexión y de mucha tristeza. Solté lo que tanto me importaba y se me hizo un agujero en el pecho que todavía sangra.
Pero me resistí a perderlo todo.
Tenía que haber algo que pudiese hacer para no tener que cerrar la editorial. Quizá no quedara dinero para invertir en cambios, pero existía un stock enorme con un valor gigantesco. Debía encontrar la manera de rentabilizarlo.
Sin embargo, jugaba con unas reglas que cada día odiaba un poco más: un mercado saturado, un ciclo infernal e irracional de novedades, miles de ejemplares impresos que acaban en la destructora y el famoso y mísero 10 % que pagamos a los y las autoras.
La verdad que no sé por qué me hice editor, pero sí sé por qué dejaría de serlo. No estoy dispuesto a perpetuar un sistema que cada vez devalúa más el trabajo los autores.
—Tú conocías las reglas del juego —pensarás.
Conocía muy bien las reglas, pero fui tan ingenuo como para pensar que podría cambiarlas. Por otro lado, no es lo mismo conocerlas que salir al campo a jugar.
Estaba quemado, triste y muy cansado… ¿De verdad pretendía dar con un modelo que sacara a Next Door de semejante descalabro?
Ponme un reto y me volveré loco. Supongo que esta misma naturaleza es la que me hizo desarrollar una adicción y después salir de ella.
He trabajado durante estos meses como un animal y he logrado desarrollar un sistema que convertirá esos 8.135 € en una herramienta capaz de vender los más de 15.000 ejemplares que tengo echando raíces en el almacén.
No solo eso.
Esta herramienta me va a permitir pagar a los y las autoras un 50 % de royalties. Es decir, Next Door será la primera editorial (que yo sepa) que repartirá de forma equitativa sus ingresos con los propietarios de las obras.
Ahora solo me queda contarte cómo voy a hacer esto.
Ya sabes cuándo ¿no?
Eso es, el próximo martes 5 de noviembre.
Hasta entonces, un abrazo.
Oihan
Si quieres tener a mano la fotografía completa del análisis que estoy haciendo, aquí:
→ Las 10 preguntas que debo responder
#1 ¿Me equivoqué renunciando a los 15.000€ anuales que nos daba la tienda on line?
#2 ¿Por qué no han respondido las librerías?
#3 ¿Estoy dispuesto a publicar más con tal de conseguir mayor penetración en el mercado?
#4 ¿Puedo publicar más y mantener el estándar de calidad?
#5 ¿Quiero publicar más y no respetar mi compromiso con la sostenibilidad?
#6 ¿Necesita el mercado una editorial como Next Door?
#7 ¿Debería volver a la idea original que tenía cuando monté el sello?
#10 ¿Por qué soy editor?
¡Ánimo! Aquí estaremos para apoyar ese proeycto.
Me dejas con ganas de saber y justo he llegado el día en que se supone que lo desvelas todo!