Hola Oihan! Siempre me gusta leer tus simpáticas y agudas intervenciones, pero la de hoy además me ha sorprendido mucho. Soy padre de un chico trans y no tenía ni idea de que lo fueras. Me has pegado el cispassing 100% ajajajaj. Me conmueve y alegra tu situación actual. Solo mandarte un abrazo!!
Hola Rubén! Gracias por escribir. No suelo hacerlo público porque el mundo está muy revuelto y todavía me cuesta encajar los golpes. Dale un abrazo a tu chaval!
Mi armario: Casi 40 años, enfermedad mental (bipolar) y adicción (varias), ambas en remisión. Con todas las precauciones... No se daba un duro por mí y, mirando no mucho tiempo atrás, todo parece un milagro.
Con trabajo estable y estudiando lo que quiero, en la buena dirección, por fin.
Aún así, viviendo con mi madre, esperando poder salir pronto porque la vergüenza también está ahí.
El armario, ante muchos compañeros en el trabajo y la universidad, la mayoría de fuera pero con vida más o menos estable aquí. No les puedo contar nada de dónde vengo o por qué sigo en este punto (y no en el que se esperaría si todo fuese "normal"). No puedo mostrarme libremente y no poder hacerlo me imposibilita intimar lo más mínimo, lo que se traduce en relaciones, que no superan la superficie, o un palmo por debajo como mucho. A pesar de que se dan situaciones tanto en el trabajo como informales, aunque resulte muy incómodo, raro a veces, tomo todas las precauciones para que nada vaya a más, evitando conversaciones, preguntas o dar explicaciones respecto a cualquiera de esos temas, mintiendo también, con inseguridad respecto a lo que soy yo, algo que me provoca insatisfacción, que resulta muy limitante y que debe resultar desconcertante a los ojos de los demás... Pero aquí, en un lugar ni muy grande ni muy pequeño, una universidad ni muy grande ni muy pequeña, un hospital ni muy grande ni muy pequeño del que incluso he sido cliente más de una vez, de su servicio más popular, en el que me quedan también prácticas por realizar en las que seré oficialmente evaluado...
Dudando si sí o si no, de cuánto y a quién, y mientras tanto, una persona que es pero no es. Todos los días, a todas horas.
Es un armario en el que me he metido en esta última etapa de relativa estabilidad, desde que tengo más perspectiva y desde que me da realmente miedo la reacción que puedan tener las personas con las que me tengo que relacionar a diario. La gente con la que me llevo bien, regular y también mal, claro, o que simplemente no me desea nada bueno. Y también la de la más cercana, claro, la de las primeras a las primeras personas a las que se lo contaría.
En otros momentos de estabilidad me he abierto sin problemas, igual irresponsablemente, pero obteniendo una buena respuesta casi siempre.
Son las circunstancias actuales, la gran cantidad de gente interrelacionada y las repercusiones que puede tener que sea vox populi. 70 personas en el servicio de UCI, 1200 en el hospital.
40 años con su madre, ok... jajaj
¿psiquiátrico y drogadicto? Wuoowww
¿Y encima quiere se enfermero?
Es para pensárselo. Pero el precio de no hacerlo empieza a pesar demasiado...
Hola Oihan! Siempre me gusta leer tus simpáticas y agudas intervenciones, pero la de hoy además me ha sorprendido mucho. Soy padre de un chico trans y no tenía ni idea de que lo fueras. Me has pegado el cispassing 100% ajajajaj. Me conmueve y alegra tu situación actual. Solo mandarte un abrazo!!
Hola Rubén! Gracias por escribir. No suelo hacerlo público porque el mundo está muy revuelto y todavía me cuesta encajar los golpes. Dale un abrazo a tu chaval!
Gracias por compartir tu armario con nosotros.
A ti por escuchar.
Mi armario: Casi 40 años, enfermedad mental (bipolar) y adicción (varias), ambas en remisión. Con todas las precauciones... No se daba un duro por mí y, mirando no mucho tiempo atrás, todo parece un milagro.
Con trabajo estable y estudiando lo que quiero, en la buena dirección, por fin.
Aún así, viviendo con mi madre, esperando poder salir pronto porque la vergüenza también está ahí.
El armario, ante muchos compañeros en el trabajo y la universidad, la mayoría de fuera pero con vida más o menos estable aquí. No les puedo contar nada de dónde vengo o por qué sigo en este punto (y no en el que se esperaría si todo fuese "normal"). No puedo mostrarme libremente y no poder hacerlo me imposibilita intimar lo más mínimo, lo que se traduce en relaciones, que no superan la superficie, o un palmo por debajo como mucho. A pesar de que se dan situaciones tanto en el trabajo como informales, aunque resulte muy incómodo, raro a veces, tomo todas las precauciones para que nada vaya a más, evitando conversaciones, preguntas o dar explicaciones respecto a cualquiera de esos temas, mintiendo también, con inseguridad respecto a lo que soy yo, algo que me provoca insatisfacción, que resulta muy limitante y que debe resultar desconcertante a los ojos de los demás... Pero aquí, en un lugar ni muy grande ni muy pequeño, una universidad ni muy grande ni muy pequeña, un hospital ni muy grande ni muy pequeño del que incluso he sido cliente más de una vez, de su servicio más popular, en el que me quedan también prácticas por realizar en las que seré oficialmente evaluado...
Dudando si sí o si no, de cuánto y a quién, y mientras tanto, una persona que es pero no es. Todos los días, a todas horas.
Es un armario en el que me he metido en esta última etapa de relativa estabilidad, desde que tengo más perspectiva y desde que me da realmente miedo la reacción que puedan tener las personas con las que me tengo que relacionar a diario. La gente con la que me llevo bien, regular y también mal, claro, o que simplemente no me desea nada bueno. Y también la de la más cercana, claro, la de las primeras a las primeras personas a las que se lo contaría.
En otros momentos de estabilidad me he abierto sin problemas, igual irresponsablemente, pero obteniendo una buena respuesta casi siempre.
Son las circunstancias actuales, la gran cantidad de gente interrelacionada y las repercusiones que puede tener que sea vox populi. 70 personas en el servicio de UCI, 1200 en el hospital.
40 años con su madre, ok... jajaj
¿psiquiátrico y drogadicto? Wuoowww
¿Y encima quiere se enfermero?
Es para pensárselo. Pero el precio de no hacerlo empieza a pesar demasiado...
Gracias por compartirlo. No sabes cómo te entiendo... Un abrazo enorme.
Muaaaaaaaaaac
Mua!