Un regalo para los que se han quedado sin dinero
Los libros en papel siguen poniéndome romántico. El olor de la tinta, el sonido de las páginas al pasar, su tacto, los 4000 millones de árboles que se talan al año en el mundo…
Por eso nuestra profesión es tan exótica.
—¿A qué se dedica? —me preguntaron la semana pasada en la Policía.
—Soy editor.
El uniformado levantó un poco la cabeza sin atreverse a preguntar qué carajo significaba eso. Sospechaba, como siempre pasa, que era un oficio que cualquier persona con una mínima cultura debería conocer.
Pues no.
Muy poca gente sabe qué hacemos los editores.
Pero a ti te doy una pista para que lo cuentes por ahí: talamos árboles y generamos residuos. Sobre todo si al final del proceso tú no reciclas el libro. La pelota en tu tejado.
Por eso hoy no te voy a decir que compres un libro. Aunque la semana que viene sí lo haré. Hoy te voy a regalar el capítulo de uno de estos libros, el que tú elijas:
¿Y para qué quiero un capítulo suelto?, te preguntarás.
Bien.
La noche de Reyes es la mejor del año. Incluso yo, que ya sé que son los padres, la disfruto mucho. Probablemente más que tú porque esa noche (y alguna más) la persona con la que duermo me lee el capítulo de un libro que ella misma elige.
Siempre es sorpresa.
Yo me tumbo boca arriba pensando en el roscón del día siguiente, me tapo con la manta más pesada que tengo, miro a mi izquierda para ver si mi perra Argi está tranquila en su cama y cierro los ojos.
A partir de ese momento, me dejo llevar por la voz de mi compañera.
No se necesita dinero para disfrutar de semejante regalo.
Tampoco se necesita talar ningún otro árbol.
Por eso hoy te envío uno de esos capítulos. No te lo leeré yo ni me meteré en tu cama (ay, madre), pero te prometo que si tú se lo lees a alguien, harás que su noche sea tan bonita como cuando creía que los Reyes Magos venían de Oriente.
Me alegro de volver a estar contigo en este año que empieza. Ojalá ganemos dinero y lo utilicemos para vivir en paz y ser mejores.
También para comprar libros.
Un abrazo exento del haba,
Oihan
PD: Si tienes algún amigo o amiga que necesite que le lean antes de dormirse, pásale este email.
Que te lean una historia antes de dormir me parece el mejor regalo de Reyes que te pueden hacer. Que te lean cualquier día. Lo hacemos los padres con nuestros hijos (como profa también lo hago en clase con los alumnos) pero lo dejamos de hacer entre nosotros, adultos. Tenemos que leernos (en alto un texto ) más. Gracias por la idea.