Antes de nada, necesito que observes esta portada y me des tu opinión.
En este título se dieron una serie de circunstancias que me esforcé —en vano— por evitar.
Sé que a su autora, Marta Beltrán, le interesaba mucho que su trabajo llegara al público general. Quería huir de categorías, de caer en la endogamia que se estila entre los convencidos —las convencidas, en este caso—.
Yo entendía perfectamente su postura, sin embargo me preocupaba mucho que no aprovecháramos las posibilidades comerciales que existen en el mercado femenino.
Le dimos muchísimas vueltas a la portada y, finalmente, decidimos poner a un hombre y huir de los colores habituales de los libros dirigidos a las mujeres (fíjate en la sección feminista de tu librería y verás a qué me refiero).
¿Dio resultado esta decisión? ¿Interpelamos al público general?
🎁 Había escrito muchos textos científicos y técnicos a lo largo de los años, siempre por trabajo. Pero he comprendido que cuando escribes sobre un tema que te apasiona o te preocupa, en lo personal, el libro lo escribes en tu cabeza, casi sin darte cuenta. Y cuando te sientas a escribir, la mayor parte del trabajo ya lo tienes hecho.
Compartir este tipo de libro con otras personas también es diferente, no es divulgación exactamente, es un viaje de ida y vuelta que propicia el aprendizaje común. Todas las presentaciones y debates han sido un espacio compartido para reflexionar y, si tengo que ser honesta, esa ha sido la mejor parte del proceso.
Aunque tengo una espina clavada (porque escribir un libro así es como un viaje de esos en los que sabes dónde empiezas pero no dónde acabas): todo este tiempo he hablado del libro en contextos femeninos o feministas, casi siempre con lectoras, madres, educadoras, trabajadoras sociales. Y nos hemos enfadado juntas con la situación, lo que creo que a todas nos ha venido bien. Pero no era exactamente mi intención al escribir el libro ¿dónde está el sector tecnológico?
En fin, espero hacerlo mejor la próxima vez...
Este libro lo han comprado sobre todo las mujeres. Eso quiere decir que si hubiéramos hecho una portada con los elementos clásicos para este mercado, hubiéramos vendido mucho más.
¿Qué pasa con el sector tecnológico? Y lo que es más urgente, ¿qué pasa con los hombres?
Creo que esta es una constante en Next Door. Siempre hemos querido trascender los estereotipos, llegar a gente que parecía no estar interesada en un tema concreto.
Y cada vez que lo hemos hecho, nos hemos equivocado.
Lo entiendo, a mí me gusta ir a casa de mi madre y que me haga su tortilla de toda la vida. Si en vez de esa tan rica, me encontrara con que ha decidido hacer la última receta de Arguiñano con fusión peruana, me frustraría vivo.
Aunque quizá descubriera que es todavía mejor.
Prueba, te lo pongo fácil.
Un abrazo,
Oihan
“Beltrán ha escrito un ensayo que da las claves para responder a la pregunta. ¿Acaso Internet tiene género? Sí que lo tiene. Y es masculino, razona en ‘Mr. Internet’”.
El Diario.es
“Una lectura fascinante y aterradora al mismo tiempo. 'Mr. Internet' muestra cómo la red perpetúa desigualdades de género que pensábamos superadas”.
@LecturasConCafé
“Acabo de terminar 'Mr. Internet' y es un libro revelador sobre cómo la tecnología no es neutral. Marta Beltrán logra conectar temas de género y tecnología de manera que todos deberíamos leer”.
@LibrosyTech
“Marta Beltrán ha escrito un libro necesario para estos tiempos. 'Mr. Internet' no solo informa, sino que también reta nuestras ideas preconcebidas sobre la neutralidad de la tecnología”.
@TechnoCritic
Este email forma parte de una serie. En ella los y las autoras te van a dar algunas claves. 46 libros que se convertirán en 46 lecciones durante 46 días.
Si conoces a alguien que quiera aprender a escribir y vender divulgación científica ciencia, ya sabes…