El día de mi cumpleaños de 1918 se promulgaba en Canadá una norma parlamentaria que lo cambiaría todo: las mujeres podrían votar.
Cien años después, en ese mismo edificio, se inauguraba la exposición «Las mujeres en la ciencia». Era el museo nacional de ciencias naturales Victoria Memorial Museum, en Ottawa.
En esa exposición, los visitantes pudieron deleitarse con una medalla muy especial esculpida por el coruñés Manuel Ferreiro Badía.
¿A dónde quiero llegar?
Un poco de paciencia.
Ferreiro creó esta medalla en 2018 y fue en honor a una mujer que durante la última década ha cedido su nombre a:
un fondo en la biblioteca de la Facultad de Informática de la Universidad de A Coruña,
una calle en esa misma ciudad,
un parque en Montrove (Oleiros),
una biblioteca en el IES Eduardo Blanco Amor en Culleredo,
una escuela infantil municipal en la ciudad de Lugo,
un premio que creó la Xunta para reconocer y visibilizar a las mujeres por sus contribuciones en ciencia y tecnología,
etc, etc, etc
Nosotros hemos querido formar parte de esa lista, así que le hemos puesto su nombre a nuestra novedad de febrero.
Pero no basta con ponerlo, hay que venderlo. Difundir la importancia de todo lo que hizo.
Y aquí viene otra novedad:
Vamos a daros la oportunidad de comprarlo en una de nuestras librerías de confianza con un descuento del 5% (librería también gallega, claro).
Viva nuestra protagonista ¡y vivan las librerías que prescriben su historia!
Un abrazo haciendo la ola,
Oihan
PD1: Vota arriba y te cuento un secreto.
PD2: Para que vivan las librerías hay que comprarles libros. Nuestros o de otros. No nos importa (o no mucho).