En las últimas semanas algunos de nuestros autores (aquí y aquí) han anunciado sus publicaciones con el gigante.
Publicar con Planeta, para muchos, es muy estimulante porque tiene una gran capacidad de penetración en el mercado. Es decir, llega a muchísimas librerías.
El gigante tiene gran variedad de sellos, algunos publican obras extraordinarias y otros publican “recetas anticáncer” y lindezas semejantes.
Nuestros autores, afortunadamente, suelen salir con los sellos ganadores.
¿Y qué supone esto para los editores más pequeños como nosotros?
Pues aparte de una punzada en el estómago (fugaz pero intensa), supone una oportunidad. El autor va a tener más presencia en el mercado y eso suele arrastrar la venta de sus títulos anteriores.
Algunos compañeros editores se disgustan (por decirlo suavemente) cuando sus autores firman con los grandes grupos. Entonces tratan de competir ofreciendo mejores condiciones.
Ridículo.
No hay nada que hacer en la negociación, nunca vas a poder mejorar la propuesta de un gigante.
¡Pero es que ese no es nuestro papel!
El papel de los editores más pequeños es experimentar con el mercado, con el modelo de negocio y con la variedad de autores que todavía no han sido publicados.
Así es como yo entiendo la empresa editorial. Y, si le preguntáis a un gigante, os dirá que eso es exactamente para lo que servimos nosotros:
Para foguear a nuevos autores.
Para experimentar con modelos de negocio de mayor riesgo (aquí tienes un ejemplo muy innovador).
Para hacer de nuestro sello algo rentable que ellos puedan comprar en el futuro.
Nosotros estamos cumpliendo con el primer punto y, probablemente, en unos años habremos cumplido con el segundo.
Encontramos a buenos autores todavía desconocidos
Es un hecho que algunas de las personas que han publicado con Next Door, están publicando también con Planeta. Y será un hecho que muchos de los descubrimientos que estamos haciendo en este momento, tendrán su sitio con el gigante en el futuro (aquí puedes VOTAR por la propuesta del concurso que más te guste).
Arriesgamos nuestra inversión con nuevos modelos de negocio
¿Te imaginas una editorial capaz de pagar a sus autores el triple de lo que se paga en el sector?
Eso es lo que estamos trabajando en Yonki Books, el otro sello que llevo yo.
La propuesta no puede ser más sencilla: convertir a todos los autores en afiliados y que cobren, no solo por sus libros, sino también por la venta que hagan de cada uno de los títulos del catálogo completo.
El modelo tiene varios beneficios: aumento de ingresos para la editorial, aumento de ingresos para los autores y, lo más romántico de todo, cohesión de los autores como grupo.
Es decir, compromiso con sus compañeros y con la casa: porque si uno gana, ganan todos.
Están siendo tiempos de muchos cambios y hay que estar despierto y ser muy rápido. Ver la oportunidad, arriesgar y adaptarse es algo complicado para un gigante, pero muy sencillo para un editor pequeño y tan loco como yo.
Por eso recibes este email y no es martes, por eso acabamos de aterrizar en Substack y hemos abandonado Mailchimp, y por eso nuestra actividad en redes sociales está menguando (lee aquí y aquí el porqué de esta decisión) mientras nuestros suscriptores crecen en esta lista y en la de las librerías (si tienes una librería y quieres recibir cada semana una carta completamente diferente, contesta a este email).
Cambios al ritmo que pide el mercado.
No hay editores pequeños, Oihan.
Esto me dijo el gran Oriol Serrano, copropietario de la distribuidora Les Punxes, en una de nuestras primeras reuniones. Yo entonces era inseguro y no entendía la importancia del papel que jugábamos los “pequeños” en este tablero tan fascinante.
Aunque de vez en cuando sienta esa punzada por el autor que se va con el gigante, me encanta ser el pequeño editor de elasticidad pasmosa.
Un abrazo flexible,
Oihan
PD1: No te olvides de VOTAR por uno de los finalistas del concurso.
PD2: Me escribís siempre muchos emails contestando a esta newsletter, ahora tenéis la oportunidad de dejar vuestra opinión en los comentarios.