Si se descubriera hoy, sería ilegal como alimento
¿Te sueles tomar más de seis copas de una sentada? (ojo porque la cerveza también cuenta).
¿Te arrepientes de haberte emborrachado durante una juerga en los últimos meses?
Si has contestado que sí a alguna de las dos preguntas, este email te interesa.
Si has contestado que no pero conoces a alguien que hubiera contestado que sí, este email te interesa.
Me quedo el primer día de los sanfermines y sé que voy a ver varios casos de sobredosis.
Sobredosis, sí. Pedos monumentales. De los que yo me pegaba.
Hay un científico al que hemos publicado que dice que «uno de los peores inconvenientes del alcohol es que no existe un antídoto para una sobredosis».
Es cierto. Cuando te has pasado con la bebida, o vomitas o puedes morirte por intoxicación etílica.
El tipo se cebó con esta cuestión y empezó a pensar en desarrollar un alcohol que no resultara tóxico.
Al concepto lo llamó Alcarelle y su objetivo era que al tomarlo sintiéramos la misma euforia y conexión (ya sabes, eso de: "te quiero mogollón, tía") que experimentamos con unas copas.
Además, por si no lo sabes, la huella de carbono del alcohol es enorme ya que se necesita mucha energía para transportar las botellas. Alcarelle podría enviarse en un formato altamente concentrado.
Todo eran ventajas.
¿O no?
El pasado alcalde de Pamplona decía que la gente se dejaba en sanfermines unos 100 millones de euros.
Viendo cómo las tiendas del centro se van transformando en bares improvisados, imagino que un porcentaje alto de ese gasto se va en alcohol.
Y sabiendo que no suele haber muertes por intoxicación, imaginad por un momento las vomitonas que hay que sortear antes de que pasen los benditos servicios de limpieza.
Pero no voy a ponerme cenizo. Sé que muchas de las personas que me leen adoran las fiestas.
Te dejo en paz.
Aunque si quieres saber qué significa un “sí” en tus respuestas del principio, o tienes curiosidad por el desarrollo del Alcarelle, o por la relación del alcohol con la fertilidad, con el cerebro de tus hijos adolescentes, con la agresividad, con los 47 síntomas de la resaca (y por qué deberías alegrarte de tenerla), con tu ansiedad, con tu menopausia, con la calidad de tu sueño, con tu forma de comer, ¡con tu aspecto!, con tu creatividad o con tu sexualidad...
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Si quieres saber si estás desarrollando un problema de dependencia al alcohol…
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Ojalá yo lo hubiera leído cuando tenía 20 años. Seguramente no habría renunciado al botellón, pero por lo menos lo habría hecho sabiendo lo que implicaba.
Un abrazo desintoxicado,
Oihan
PD1: Para conocer mi relación con el alcohol y otras drogas, aquí. (Y perdón por las palabrotas).
PD2: Como recomendación si vienes a los sanfermines: utiliza los urinarios públicos.