Los libros basura como plan B
Hace mucho que no te hablo de cómo están las cosas en la editorial. Y, aunque ya tengo datos suficientes para tomar una decisión, voy a esperar unas semanas más para contarte.
¿Sabes cuál es el único recurso que no he valorado para la viabilidad de este proyecto?
Los libros basura.
Toda la industria se sostiene gracias a ellos. Los odiamos y los necesitamos. El año pasado, sin ir más lejos, el sector superó los 1.200 millones de facturación. No fue gracias a los libros de divulgación científica, claro. El éxito fue cosa de esos libros que tanto gustan a la gran masa.
Quién quiera que sea esa masa.
Si no fuera por ellos, no podríamos sacar adelante proyectos más arriesgados. Y, si no, piensa en toda la poesía o filosofía que se publica y después mira a tu alrededor: ¿cuánta gente de tu entono las lee?
Pero, ¿qué es exactamente un "libro basura"?
Pues obras que siguen fórmulas muy concretas para garantizar su éxito: tramas predecibles —que te pegan un subidón con cada giro—, personajes arquetípicos y un lenguaje que entiende hasta un niño de primaria.
Algunos profesionales dicen que, aunque estos libros no sean considerados alta literatura, cumplen una función esencial porque además de acercar la lectura a millones de personas, generan ingresos que permiten a las editoriales apostar por obras de mayor calidad literaria aunque menor rentabilidad comercial.
No lo tengo tan claro… A mí esto me suena más a panem et circenses.
Quiero pensar que con un contenido un poco más exigente mejoraríamos el gusto de “la masa”. ¿Soy demasiado romántico? Es muy probable.
Lo razonable es pensar que pasarían de los libros y se conectarían directamente a las plataformas de suscripción o a las redes sociales.
Entiendo el papel del libro basura en el ecosistema literario, pero no me apetece participar en el juego. Para mí no todo vale en esto de hacer libros.
Veremos qué pasa…
Un abrazo,
Oihan
PD1: Aquí un catálogo sin un solo libro basura.
PD2: Para basura, la X en la que ya no estamos. Ahora solo compartimos en Instagram.