Nuestro mayor fracaso comercial
Los editores a veces son muy torpes.
Yo soy editor y fui el más torpe de todos. Perdí muchísimo dinero con un libro.
No fue el único con el que fui torpe, pero sí el único con el que todos los implicados perdimos dinero.
Cuando digo todos, me refiero a todos excepto a los autores porque en este caso yo solo traté con los editores.
Generalmente, solo editamos Laura y yo, pero en esta ocasión la propuesta vino de fuera. Era el año 2016 y acabábamos de empezar. Llevábamos en órbita apenas 4 meses.
Me deslumbraron con la propuesta:
Entre sus autores, contaban con varios premios Nobel.
Todos ellos, incluso los que no tenían un Nobel, eran referentes en sus disciplinas.
Las disciplinas iban desde la biología hasta la pintura, pasando por el Big Data y la filosofía.
El libro contestaba a las grandes preguntas de forma distinta.
Lo hacía dinamitando las divisiones que tanto nos gusta hacer, dando como resultado una amalgama de ciencias y letras de lo más estimulante y genuina.
«Todo en este libro parece responder a la idea de unir lo disperso. Tiene nada menos que 89 autores, de edades, nacionalidades, trabajos y disciplinas diversas, y nace en el marco del programa Mestizajes del Donostia International Physics Center (DIPC)».
Ah, y el prólogo era nada menos que de José Manuel Sánchez Ron. Maestro entre los maestros de la historia y comunicación de la ciencia. Por lo menos, para mí.
¿Qué podía salir mal?
Tú lo has dicho: En este país hay cuatro raros interesados en ese tipo de contenido.
Pero es que, además, nos gastamos una pasta en producirlo. El libro tiene casi 600 páginas a color. Tapa dura. Color pantone extra. 2000 ejemplares.
Debíamos vender el 85% de la tirada, hemos vendido el 50%.
Hemos palmado 15.000€ con este libro.
¿Lo peor? Que es un libro buenísimo. Uno de los mejores de nuestro catálogo. Es muy probable que no volvamos a tener autores de este nivel, ni tampoco textos capaces de hacer reflexionar de esta manera.
Y lo tenemos que descatalogar. Es frustrante, pero así son los negocios. A mí me ha servido para aprender a dejar mi romanticismo de lado y pensar únicamente en lo que quieren los lectores. Ha sido un aprendizaje carísimo, pero eficaz.
Eso sí, si eres uno de esos lectores raros y quieres esta rareza de lujo en tu estantería del despacho, pincha en el enlace porque a partir de la semana que viene este libro será historia.
#Nodos. El libro
Y ahora te dejo para seguir ganando dinero vendiendo libros.
Oihan
P.D.: Ojo, tienes una semana.