¿Debí cerrar aquel día? (Últimas horas para comprar al 50%)
22 días para cerrar para siempre
🚨 Aviso para los que habéis comprado o compraréis estos días:
Paciencia, por favor, todos vuestros pedidos serán atendidos pero tardaremos en servirlos, estamos desbordados.
🎥 Aquí mi mensaje.
Dije que contaría cosas que no he contado antes, así que aquí va una.
Durante los primeros años de Next Door cambié varias veces de distribuidora. Sabía que necesitaba un aliado potente y probé con varios hasta que di con el que tenía mayor capacidad de penetración: Les Punxes.
Había conseguido una reunión con los jefes para presentar nuestro catálogo y estaba nervioso.
En aquella época, me movía en furgoneta. Andaba en plena crisis vital y vivía entre Denia, Madrid y Pamplona, así que opté por comprarme una furgo camperizada y dormir en ella para evitarme los hoteles (cuando estás transitando, los problemas con el DNI no tienen fin, y las experiencias en las recepciones o los baños son muy angustiosas).
La reunión fue en pleno julio, acababan de ser los sanfermines. En ese momento estaba en Madrid, cargué la furgo con los libros, una maleta con lo justo y una americana en una percha. Puse rumbo a Barcelona, pasaría la noche allí y a primera hora de la mañana tendría la reunión con Punxes.
Hacía un calor de infarto y yo no llevaba aire acondicionado. Aparqué en una zona industrial de Barcelona para poder levantar el techo y dormir en la cama grande de arriba (eso no lo puedes hacer en la zona urbana, corres el riesgo de que en plena madrugada te despierte la poli enfocándote con la linterna en toda la cara).
Pasé la noche en vela asfixiado y repasando una y otra vez la presentación de la editorial. Valoré todas las posibles preguntas y respuestas. ¿Qué pasaría si no aceptaban? ¿Tendría que cerrar?
Por fin amaneció, me lavé los dientes y la cara y, sin ducharme —la camper no da para tanto lujo—, me puse una de mis camisetas blancas impolutas. Recogí todo e introduje la dirección de Punxes en el GPS.
Al llegar, me di cuenta de que en esa zona era imposible aparcar. Di mil vueltas y al final dejé la furgo en el quinto pino. Me puse la americana planchada, cogí la mochila cargada de libros y, al mirar la hora, descubrí que iba a llegar tarde (soy muy impuntual, es desesperante hasta para mí mismo).
Me puse a correr.
A finales de julio.
A más de 30 grados.
Con una humedad del 80%.
Sin ducharme.
¿Necesitas que te cuente más?
Llegué a la reunión puntual pero empapado. Me senté y no moví los brazos durante toda la reunión. Lo importante era evitar el efecto Camacho.
Aceptaron y salí loco de contento.
Esto ocurrió en el 2019, y ahora me pregunto qué habría pasado si Punxes no hubiera aceptado. Habría perdido mucho menos dinero y creo que hubiera podido centrarme en lo que estaba viviendo en ese momento (que no era moco de pavo). Me hubiera perdido otras, claro, como conocer a algunas autoras maravillosas y publicado libros que considero necesarios (y que sé que no hubiera publicado otra editorial).
En fin…
Hoy aquello ya es historia (pero nuestros libros no).
🎁 Último día para comprar con el descuento del 50%. Hoy a las 24:00 h. los precios subirán y los gastos de envío ya NO serán gratis.
Un abrazo,
Oihan
PD: Gracias, Jordi, por la apuesta.
Preciosa historia que confirma eso de que lo importante no es el fin sino el camino. Un abrazo