Le he dado mil vueltas al asunto de este email y he optado por soltarlo a bocajarro. Cerramos. Y ahora voy a aparentar que estoy requetebién. Han pasado 10 años en los que Laura y yo hemos hecho los libros que hemos querido. Unos se han vendido bien, otros muy bien y unos cuantos muy mal. Así es la vida. Jodida. Durante los últimos meses he trabajado como un maldito animal. Lo he intentado todo. Solo mi pareja puede dar fe de lo que he pasado porque se ha comido mis marrones uno tras otro. (Gracias, neska). Sigo escribiendo este email sin puntos y aparte porque no puedo perder carrerilla. Estoy tumbado sobre la cama de un hotel y hoy he tenido el gusto de abrazar a Eric, el librero de la Llibreria Documenta. Ha sido algo premeditado, conocer a Eric era lo que necesitaba en este día tan triste. Simplemente porque él me ha contestado a casi todos los emails que te he escrito durante los últimos seis meses. “Te he leído”, a veces solo me ponía esto y era más que suficiente. Si hubiera decidido cerrar cuando todavía estaba mi equipo hubiera sido más llevadero, pero tomar la decisión y afrontarla sin nadie con quien compartir el trago ha sido la peor parte. La soledad siempre es la peor parte. Menos mal que algunos autores y autoras me han mandando muchos abrazos. Incluso sabiendo que ya no iba a poder seguir explotando sus obras. Podría decirte que el sector es un asco, que la gente no lee, que la ciencia no interesa, pero entonces estaría siendo un cobarde porque la realidad es que la gente sí lee y la ciencia sí interesa, lo que pasa es que hay profesionales haciéndolo mejor. Así es la ley del mercado. Así es esta jungla en la que tanto he aprendido y disfrutado. Ha sido un placer trabajar para ti. Seguiré haciendo lo que más me gusta desde Yonki Books. Y el martes que viene te contaré cuántos días tienes para comprar nuestros libros con descuentos astronómicos. Hasta entonces, un abrazo.
Oihan
PD: He perdido muchas cosas que iré recuperando poco a poco. Excepto una. El pelo, el pelo ya no lo recupero.
Buenos días, querido Oihan.
Siempre “He leído” todos tus correos.
La mayoría de las veces no sabía qué decirte. Contigo y tu librero he aprendido, una vez más, que las palabras ayudan. Un hola, te sigo, estoy aquí.
Muchas gracias por aprender contigo.
Te sigo animando a continuar tu camino, sea cual sea el que elijas.
¡Ah, el cabello se podrá recuperar!
El stress nos da estás “sorpresillas”. Me pareces que has estudiado química 🧪. Ponte en marcha.
Gracias Oihan por tu gran labor, por tus valores, por tus principios, por tus conocimientos, sabiduría y por como lo transmites. Te abrazo fuerte. Eres faro.
No te puedes llegar a imaginar lo que me has ayudado y me ayudas.
Ojalá pudiera devolverte tan solo un poquito...Muxus😘