Este libro no lo puedes comprar.
Si aún así te quedas, te vas a enterar de una intimidad. Algo que me pasó justo antes de empezar con la revisión de este manuscrito.
Piensa en tu febrero del 2018, ¿recuerdas qué hacías?
Yo transitar de una orilla del río a la contraria (si no sabes de qué hablo, es que no me has stalkeado lo suficiente.
Además de cruzar de lado a lado, dejé el que era mi hogar y aterricé en Denia. Un pueblo que no conocía de nada.
Atravesaba la crisis más grande de toda mi vida. Y con la cabeza completamente dispersa y mis mitocondrias trabajando para simplemente mantenerme en pie, tuve que enfrentarme a este texto.
Bebí haber cogido la baja, pero con una empresa entre manos, eso es prácticamente imposible. No pude desaparecer del todo, pero Laura se encargó de lo más importante.
Pero volvamos a Denia.
Por la mañana paseaba como un hombre mayor. Lloraba y hacía la compra. Comía, lloraba y echaba la siesta. A la tarde me sentaba en la mesa a trabajar. Después me acostaba agotadísimo y volvía a llorar.
Estuve cuatro meses en Denia y fue el tiempo que le dediqué a este libro tan peculiar. El texto estaba escrito por una niña pequeña enferma de cáncer. Sin dramas, con humor, con dureza, con ingenio, con muchísima vida.
Toda esa vida a la que tanto me estaba costando a mí agarrarme.
Fue brutal lo que hizo esa niña conmigo. Hoy aprovecho este email para que Carmen, la adulta, sepa que su bordado me sostuvo en Denia.
🎁 Escribir un libro es como construir un bordado.
El marco de la historia equivale a la tela en la que se van a situar los distintos personajes. Tanto los personajes como la trama son elementos claves en el bordado. Una vez decidido lo que queremos contar y a través de quién lo queremos contar, elegimos la voz del narrador, que le dará el tono al texto.
No somos unos escritores que lo tengan todo acabado. Durante el proceso, conversaciones, paisajes y problemas actuales vienen a nuestra cabeza mientras estamos escribiendo, sugiriéndonos nuevos giros e incluso nuevos personajes.
En cuanto a los textos en los que fusionamos ciencia y novela, aunque el proceso sea el mismo, existe un elemento diferenciador esencial con la novela ficcionada y es que el rigor de la parte científica ha de ser absoluta. En este caso, la documentación previa es un factor esencial.
Desde nuestra primera novela hasta la actualidad hemos aprendido que en el oficio de escribir la impaciencia resta. Así, puntada a puntada, el texto se va construyendo.
Una vez finalizado y aunque la tarea nos resulta tediosa, hemos aprendido que la revisión es un proceso tan imprescindible en la escritura para dar luz al texto, como para un restaurador de madera, las capas de barniz.
Ahora viene la mala noticia: este libro está agotado.
Espero que pudieras leerlo en su día.
Hoy te lo ponemos difícil.
Un abrazo,
Oihan
PD1: Mi gran error en este libro fue la portada. No entiendo por qué no utilicé alguna de las ilustraciones de dentro.
PD2: Mi gran acierto fue incluir una entrevista a Luisma, un tipo encantador que además dirigió la investigación responsable del descubrimiento de los escutoides.
"Me emocionó profundamente. Es increíble cómo, a través de la experiencia del cáncer, logran transmitir esperanza y amor. ¡Un libro que me ha tocado el corazón!".
@MariaLectura
"Este libro es una montaña rusa emocional. No solo aborda el cáncer, sino también las conexiones humanas y el valor de la familia. ¡Recomendado para quienes buscan lecturas con alma!".
@CulturaViva
"Una historia desgarradora y reconfortante a la vez. No puedo dejar de recomendarlo. ¡Qué gran lección de vida y amor!"
@LibrosInspiradores
Este email forma parte de una serie. En ella los y las autoras te van a dar algunas claves. 46 libros que se convertirán en 46 lecciones durante 46 días.
Si conoces a alguien que quiera aprender a escribir y vender divulgación científica ciencia, ya sabes…
Alguien me prestó el libro en su día, concidiendo con el cáncer de un familiar, y fue una experiencia tremenda. Y qué emocionante tu comentario, Oihan. Gracias.