Hoy te traigo 2 novedades y 1 sorpresa.
La primera novedad será mi explicación sobre el porqué del cambio de portadas de la colección El Café Cajal.
Para conocer la segunda novedad, tendrás que terminar de leer la primera.
Bien.
1ª Novedad
¿No estás hasta las pelotas (perdón, señoras) de la imagen de ese físico sacando la lengua? Esa imagen pop que se ha explotado hasta el cansancio en camisetas, pósters, pegatinas, portadas de libro, etiquetas de bragas (apunten) y toda clase de merchandising.
Sabes cuál te digo ¿no?
Pues la hemos copiado.
—¿Por qué no hacemos populares a nuestras científicas y científicos? —le solté sin más a Itziar Goñi, la nueva diseñadora.
Yo quería tener la foto de los autores en la cubierta. Así, a lo grande y a dos colores (este punto no era por pasarnos de modernos sino para neutralizar el aumento del precio del papel y no subirte el PVP).
Me gustaba pensar que íbamos a llenar las librerías con las caras de nuestros referentes nacionales en ciencia, y además rollo bicolor (¿hay algo más pop?).
Ella se ajustó, pero me dijo que la cara no debía estar en la portada sino en la contraportada. De esa forma los libreros tendrían la posibilidad de exponer el libro de un lado o de otro.
Guay.
Nombre y rostro bien visibles.
Sé que es arriesgado porque, salvo alguna excepción, los que os dedicáis a la ciencia sois gente pudorosa. Hay que insistiros.
Y nosotros somos muy cabezones, así que he aquí el resultado.
Muy bien, ya teníamos vuestras caras en las librerías.
—Ahora quiero capitalizar el poder de los memes y la cultura pop —insistí a Itziar—. Ten en cuenta que en la era digital, la atención es más valiosa que el anillo de Frodo.
¿Y qué hizo ella?
Plantar un meme en toda la portada.
Después, le incluimos algunas frases con gancho para que los lectores se pudieran entretener leyendo en la mesa de novedades y ¡voilà! Un cambio de imagen en toda regla.
Por cierto, por si estabas enamorado de Xavi Camps, el hasta ahora diseñador de Next Door que me acompaña desde los veinte años (qué viejos somos, chaval), puedes seguir su trabajo en mi otro proyecto editorial, Yonki Books.
2ª Novedad
¿Te acuerdas del concurso en el que buscaba a divulgadores que quisieran publicar un libro?
Pues se presentaron más de 270 personas que no eran “influenciadoras”, pero sí tenían talento a cascoporro.
La mayoría de ellas con propuestas arriesgadas.
Justo lo que pedí.
Les he hecho trabajar muchísimo estos meses. Y por fin tenemos ganadora.
La naturaleza es una fuente inagotable de creatividad y adaptación, y su inventiva ha llevado al desarrollo de soluciones biológicas increíbles. Este impresionante repertorio de adaptaciones se convierte en una fuente inagotable de inspiración para resolver problemas en diversos campos, desde la tecnología y la ciencia hasta el diseño y la fabricación. Estas soluciones no solo son innovadoras, sino que también son sostenibles y regenerativas. La naturaleza es una maestra en la eficiencia de recursos y en la capacidad de recuperación.
Por todo ello, a lo largo de los próximos capítulos nos sumergiremos en un viaje de descubrimiento que nos llevará a explorar cómo la naturaleza ha influido en la arquitectura y el diseño, y cómo podemos aprender de ella para crear un futuro más sostenible.
Este fragmento lo escribió Marlén López en una de las pruebas que debían superar. Ella es doctora en Arquitectura y dirige el Laboratorio Biomimético.
Entre los años 2013 y 2020 formó parte de la Universidad de Oviedo como investigadora en el grupo GICONSIME y como gestora en la Cátedra MediaLab, desarrollando proyectos de investigación de aplicación de la biomímesis a la arquitectura y la ingeniería a través de las nuevas tecnologías de fabricación digital.
Por lo poquito que sé de ella, diría que es otra romántica (y eso en esta casa nos encanta), porque además en los últimos años ha creado diferentes programas educativos y una metodología de aprendizaje innovadora en torno al diseño bioinspirado, colaborando con diferentes universidades e instituciones educativas y culturales como Museo Guggenheim de Bilbao, Museo de Bellas Artes de Asturias, Fundación Princesa de Asturias, Fundación Cerezales Antonino y Cinia, UNIR, Laboral Centro de Arte, BID-DIMAD o Tabakalera Centro Internacional de Cultura Contemporánea, entre otros.
Casi nada.
Con razón ha sido la más votada dentro y fuera de la editorial.
Bienvenida, Marlén, Laura Morrón hará los honores.
¿Y la sorpresa?
La sorpresa me la llevé yo cuando me di cuenta de que había un segundo concursante que se había quedado a un voto de Marlén.
No podía obviarlo.
No soy tan cruel.
¿Y qué podía hacer?
Pues publicarlo, claro.
Se trata de Erik Aostri, bioquímico y biólogo molecular, enfocado en el estudio del cerebro, también le da a la divulgación. Él ya tiene un libro publicado, La evolución paralela: La biología aplicada en los videojuegos (STMB, 2022).
La primera vez que alguien me dijo que quizás yo fuera autista me causó rechazo, incluso enfado. Pensaba en mi primo, diagnosticado de autismo en su niñez, con el cual yo no me identificaba en absoluto. Creía que, de alguna manera, se estaba banalizando su condición y, a la vez, se me estaba tildando de inútil. Hoy pienso que mi primo y yo somos tremendamente parecidos. Sin duda llevamos los mismos genes.
Erik, en una de las pruebas, escribió que su libro pretende ser una nueva narrativa que diga “no estás rota ni eres un caso raro entre un millón”. Dar a conocer, por ejemplo, que las diferentes formas de procesar los sentidos (olfato, gusto, oído...) forman parte de la biodiversidad humana, lo que da lugar a experiencias muy distintas, incluso incapacitantes. Explicar, además, que esta riqueza biológica constituye un valor cultural que tira por tierra la propia concepción de raro.
(También a él lo votasteis a lo bestia).
Me gustaría mucho que en estos dos casos siguiéramos con un proceso de creación democrático. Que pudieras votar por la portada más bonita y por el título más comercial.
Veremos si es posible.
Gracias por llegar hasta aquí.
Un abrazo biomimético (si es que eso tiene sentido),
Oihan